El Santo Rosario y el Padre Pio
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El amor entrañable del Padre Pío a la Virgen se expresaba de modo particular por el rezo del Santo Rosario. Él siempre llevaba un rosario enrollado en la mano o en el brazo, como si fuera un arma contra toda clase de enemigos. Lo rezaba de continuo. En una nota, dejó escrito: "Diariamente recitaré no menos de cinco rosarios completos"
Sus cohermanos llamaban a Padre Pío "el rosario viviente". "¿hay oración más bella -decía él- que aquella que nos enseñó la Virgen misma? Recen siempre el rosario"
Así aconsejaba a los cristianos:
"Amen a la Virgen y háganla amar! la oración del rosario es la oración que hace triunfar de todo y a todos. Ella, María nos lo ha enseñado así, lo mismo que Jesús nos enseñó el Padre Nuestro"
Padre Pío consideraba a la Virgen Santísima especialmente como Madre, la Madre de Jesús y después la Madre nuestra espiritual. Son miles de veces que Padre Pío llama a María con el dulce nombre Madre: mamma, mammina mia, mammina bella, etc.
Decía: "¡cuántas veces he confiado a esta Madre las penosas ansias de mi corazón agitado y cuántas veces me ha consolado en mis grandes aflicciones. Al no tener ya madre en esta tierra de angustias, no puedo olvidar que tengo una muy amante y misericordiosa en el cielo. ¡Pobre madrecita mía, cuánto me quiere Lo he llegado a comprobar muchas veces, de manera bien elocuente, al despuntar este hermosísimo mes de mayo. Con qué cuidado me ha acompañado al altar esta mañana. Parecía que no tenía que pensar en otra cosa sino sólo en mí, a fin de llenar mi corazón de santos afectos!
Con el rosario en la mano, pronunciando dulcemente los nombres de Jesús y María entregó su hermosa alma a Dios.
(Si desea imprimir un folleto sencillo que explica cómo rezar el rosario haga click aquí)
INTRODUCCIÓN
Según el día de la semana se rezarán los siguientes misterios del rosario:
- Misterios Gozosos: lunes y jueves.
- Misterios Dolorosos: martes y viernes.
- Misterios Gloriosos: miércoles, sábados y domingos.
* Comienza haciendo la señal de la cruz.
* Acto de contrición: Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amen
* Misterios: después de enunciar cada misterio de los correspondientes al día, se rezan: 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 Gloria
* Al final de cada misterio se dice: "María, madre de Gracia, Madre de piedad y misericordia, defiéndenos del enemigo y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén"
o se puede decir también:
"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia."
MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado)
1. La Encarnación del Hijo de Dios.
La anunciación a María Santísima. (Lc. 1, 26-38)
Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María.
Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.» María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.» Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.
El mensaje de Dios es escuchado por María y, con absoluta generosidad, permite que el Espíritu Santo la cubra con su sombra y, así, queda llena de gracia, embarazada de Jesús.
Pidamos al Señor, que su espíritu también nos inunde a nosotros, para que sigamos actualizando el milagro de ese nacimiento y, por la acción apostólica, el testimonio evangelizador y el amor a los demás, sigamos haciendo presente a Jesús en el mundo de hoy.
2. La Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel.
María visita a Isabel.(Lc. 1, 39-45)
Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!»---
María, movida por el amor, sale de la comodidad de su hogar para ir a ponerse a disposición de su prima Isabel que también estaba embarazada. No se justifica con su propio embarazo y nos muestra que siempre hay que estar dispuesto para servir a los demás.
Asimismo, esta visita es un testimonio claro de que tener a Jesús, estar con él, no es un tesoro para guardar sino para ofrecer, para darlo a quien más lo necesita, para ponerlo a disposición de todos.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios.
El nacimiento del niño Jesús en Belén.(Lc. 2, 1-7)
Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.---
Jesús, al encarnarse, asume la condición humana; y lo hace desde la pobreza. No llega al mundo naciendo en un palacio como un rey poderoso ante los ojos de los hombres; su realeza no es de este mundo y ya, desde su cuna, marca las diferencias. El mensaje del evangelio propone otros valores, otra mirada.
4. La Purificación de la Virgen Santísima.
La presentación de Jesús en el Templo.(Mc. 2, 22-31)
Asimismo, cuando llegó el día en que, de acuerdo a la Ley de Moisés, debían cumplir el rito de la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, tal como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. También ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley del Señor: una pareja de tórtolas o dos pichones. Había entonces en Jerusalén un hombre muy piadoso y cumplidor a los ojos de Dios, llamado Simeón. Este hombre esperaba el día en que Dios atendiera a Israel, y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no moriría antes de haber visto al Mesías del Señor. El Espíritu también lo llevó al Templo en aquel momento. Como los padres traían al niño Jesús para cumplir con él lo que mandaba la Ley, Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios con estas palabras: "Ahora, Señor, ya puedes dejar que tu servidor muera en paz como le has dicho. Porque mis ojos han visto a tu salvador, que has preparado y ofreces a todos los pueblos." ---
Jesús está más allá de la ley y de las prescripciones y, sin embargo, es presentado en el templo de Jerusalén como lo indicaba la Escritura. Una vez más, la vida de Jesús nos enseña que, para encarnarse realmente hay que asumir la realidad en forma completa y no sólo lo que "nos conviene".
Es el caso, por ejemplo, de los que dicen querer asumir un compromiso con los más necesitados pero permanecen alejados de ellos y sólo se acercan con quien hace turismo hacia la pobreza. O quienes interpretan la palabra de Dios de acuerdo con sus conveniencias "arreglando" el mensaje para que responda a sus intenciones personales.
Jesús, en cambio, asume la vida "de lleno" y con todas sus consecuencias. Más adelante nos enseñará que la ley está hecha para el hombre y no el hombre para la ley porque antepone la dignidad de la persona por sobre toda cuestión.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.
Jesús perdido y encontrado en el Templo entre los doctores.(Lc. 2, 46-51)
Al tercer día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas.
Sus padres se emocionaron mucho al verlo; su madre le decía: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos.» El les contestó: «¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?» Pero ellos no comprendieron esta respuesta.
Jesús entonces regresó con ellos, llegando a Nazaret. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón.---
Encontrar a Jesús en el Templo, en medio de los doctores de la ley, enseñando a interpretar la Escritura, fue un momento especialísimo para José y María. Por una parte, maravillarse ante la sabiduría del niño. Por otra, ver claramente que su misión en el mundo estaba marcada por algo divino.
Se entremezclaban los sentimientos porque comprenden que ese hijo está llamado a grandes cosas. Allí mismo comienza el aprendizaje de saber que "no es de ellos" sino de la humanidad. Tal como debe ser nuestro aprendizaje para comprender que las cosas de Dios no son las de este mundo, y que no hay pérdida si postergamos las aspiraciones mundanas para conquistar lo divino.
MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)
1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto.
La oración y la agonía de Jesús en el huerto de los olivos.(Mc. 14, 32-37)
Llegaron a un lugar llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: «Siéntense aquí mientras voy a orar.» Y llevó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan. Comenzó a llenarse de temor y angustia, y les dijo: «Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense aquí y permanezcan despiertos.»
Jesús se adelantó un poco, y cayó en tierra suplicando que, si era posible, no tuviera que pasar por aquella hora. Decía: «Abbá, o sea, Padre, si para ti todo es posible, aparta de mí esta copa. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»
Volvió y los encontró dormidos. Y dijo a Pedro: «Simón, ¿duermes? ¿De modo que no pudiste permanecer despierto una hora? ---
Jesús se revela como verdadero Dios y verdadero hombre; sufre y se entrega como hombre sabiendo que lo van a condenar. Sus discípulos "se quedan dormidos", como nos dormimos los cristianos cuando nos dejamos hipnotizar por las propuestas del mundo, que nos alejan de los valores del evangelio.
2. La Flagelación del Señor.
La flagelación de Nuestro Señor Jesucristo.(Mc. 15, 13-15)
La gente gritó: «¡Crucifícalo!» Pilato les preguntó: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Y gritaron con más fuerza: «¡Crucifícalo!»
Pilato quiso dar satisfacción al pueblo: dejó, pues, en libertad a Barrabás y sentenció a muerte a Jesús. Lo hizo azotar, y después lo entregó para que fuera crucificado.---
Fue el mismo pueblo que lo recibió en Jerusalén con ramos y alabanzas el que gritó crucifícalo. Como hacemos los cristianos que, en momentos de euforia y emoción, pensamos seguir a Jesús a pesar de todo y, ante los inconvenientes y tropiezos, pedimos por su crucifixión.
3. La Coronación de espinas.
La coronación de espinas.(Mc. 15, 16-20)
Los soldados lo llevaron al pretorio, que es el patio interior, y llamaron a todos sus compañeros. Lo vistieron con una capa roja y le colocaron en la cabeza una corona que trenzaron con espinas. Después comenzaron a saludarlo: «¡Viva el rey de los judíos!» Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y se arrodillaban ante él para rendirle homenaje. Después de haberse burlado de él, le sacaron la capa roja y le pusieron de nuevo sus ropas.---
Es la burla de los que hacen leña del árbol caído. Es el atropello de la dignidad humana que se reedita en cada bajeza a la que es sometida una persona cuando se conculcan sus derechos, se los somete a la injusticia y no se le deja vivir como Dios quiere.
4. El Camino del Monte Calvario.
Jesús carga con la cruz camino al calvario.(Jn. 19, 16-17)
Entonces Pilato les entregó a Jesús para que fuera puesto en cruz. Así fue como se llevaron a Jesús. Cargando con su propia cruz, salió de la ciudad hacia el lugar llamado Calvario (o de la Calavera), que en hebreo se dice Gólgota. ---
La cruz que cargaron en los hombros de Jesús es más que un pesado madero. Es la condición humana que se ensaña con el amor de Dios. Jesús "da la cara" por el hombre ante el Padre. Como el hermano mayor que intercede ante los padres para salvar al menor que hizo una travesura y recibió un castigo. Es como si Jesús dijera: por mis méritos imploro el perdón por los que pecaron; yo, que he vivido en el amor, no puedo alcanzar la dicha de ir a la casa del Padre si la humanidad no viene conmigo.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Crucifixión y muerte de Jesucristo.(Mc. 15, 33-39)
Llegado el mediodía, la oscuridad cubrió todo el país hasta las tres de la tarde, y a esa hora Jesús gritó con voz potente: «Eloí, Eloí, lammá sabactani», que quiere decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Al oírlo, algunos de los que estaban allí dijeron: «Está llamando a Elías.» Uno de ellos corrió a mojar una esponja en vinagre, la puso en la punta de una caña y le ofreció de beber, diciendo: «Veamos si viene Elías a bajarlo.» Pero Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
En seguida la cortina que cerraba el santuario del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Al mismo tiempo el capitán romano que estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado, dijo: «Verdaderamente este hombre era hijo de Dios.»---
Jesús reza al Padre en la cruz; y, como buen judío, recurre a rezar con los salmos. En ese momento de dolor, elige el salmo 22 que el evangelista Marcos cita sólo en sus versículos iniciales (no lo transcribe completo pues no era necesario). Entonces, no debemos tomar esta oración como un momento de debilidad de Jesús sino como una oración de esperanza; si Marcos hubiera citado el versículo 25, por ejemplo, "él no ha mirado con desdén ni ha despreciado la miseria del pobre: no le ocultó su rostro y lo escuchó cuando pidió auxilio", quienes no conocen el salmo completo, también verían de forma clara que Jesús confía plenamente en el Padre y no es que se haya sentido literalmente abandonado.
MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles, sábados y domingos)
1. La Resurrección del Señor.
La resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.(Mc. 16, 5-7)
Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron. Pero él les dijo: «No se asusten. Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí, ha resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron. Ahora vayan a decir a los discípulos, y en especial a Pedro, que él se les adelanta camino de Galilea. Allí lo verán tal como él les dijo.»---
La resurrección es central para nuestra fe; le da sentido a la vida; de otra manera no podría, siquiera, entenderse la existencia. Jesús nos abre las puertas de la eternidad y nos indica el camino. Vence a la muerte, que es consecuencia del pecado, y la convierte en un paso hacia la vida eterna.
2. La Ascensión del Señor.
La ascensión de Nuestro Señor Jesucristo.(Hech. 1, 8-11)
Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.»
Dicho esto, Jesús fue levantado ante sus ojos y una nube lo ocultó de su vista. Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: «Amigos galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este Jesús que les han llevado volverá de la misma manera que ustedes lo han visto ir al cielo.»---
La resurrección nos llena de alegría, nos abre las puertas a la esperanza y, si bien es un hecho para observar extasiados, no debe paralizarnos y dejarnos mirando al cielo. Jesús resucitado debe ponernos en movimiento; salir de nosotros mismos e ir a anunciar a todos la buena noticia de la salvación. Tal como lo hicieron los discípulos de Emaús cuando reconocieron a Jesús y no dudaron en volver a Jerusalén a pesar de estar cansados, de los peligros de la noche y de haber recién llegado a su destino. Un fuego interior, imposible de apagar, los movilizó para ir a avisar a todos que era verdad la promesa del Señor y que lo habían visto resucitado.
3. La Venida del Espíritu Santo.
La venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los apóstoles. (Hech. 2, 1-4a)
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran.---
El Espíritu Santo, Dios amor, se entrega a los hombres de una forma nueva. Ya no es la relación (que se mantiene) del Padre con los hijos, o el encuentro fraternal de Jesús encarnado (vínculo que también permanece); es la plenitud de Dios que nos regala sus dones para que podamos llegar a él ycomprender su voluntad viviendo en el amor y en camino a la felicidad definitiva.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
La asunción de María a los cielos. (Jn. 14, 1-3)
«No se turben; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. ---
La asunción de María es el anuncio de la salvación para todos; no es sólo Jesús que por ser Dios asciende a los cielos, sino que, María, una mujer sencilla como cualquiera de nosotros, entra en la casa del Padre. Contemplar este misterio debe movernos a interiorizar profundamente el llamado a la santidad; María no entra en la categoría de diosa o semidiosa similar a las mitologías antiguas, sino que sigue siendo creatura, pero ya plena y santificada.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.
Coronación de María como reina y señora de todo lo creado- (Lc. 1, 46-48. 52)
María dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me dirán feliz. El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí: ¡Santo es su Nombre!
Derribó a los poderosos de sus tronos y exaltó a los humildes.---
Contemplar a María reina del cielo es una de las grandes esperanzas del cristiano. En María se cumplen las promesas de Dios y ella nos muestra, con su vida, porqué se la puede llamar feliz; vivió según la voluntad de Dios y, por eso, es modelo de entrega, fidelidad y alegría.