Cuentos con moraleja

Cuentos con moraleja: "Dos grandes aliados"

Escrito por P. Carlos Prats. Publicado en Cuentos con moraleja.

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Cuenta una popular leyenda china que hace ya muchos, pero que muchos años, había una vez una isla muy bella y de naturaleza indescriptible en el Océano Pacífico frente a las costas de Shanghái, que tenía unos habitantes muy especiales. En ella vivían todos los sentimientos y valores del hombre: El Buen Humor, la Tristeza, la Sabiduría… como también, todos los demás, incluso el Amor.

Un día la Ciencia anunció a todos los demás habitantes que la isla estaba por hundirse. En un instante todos prepararon sus barcos y partieron. Únicamente el Amor quedó esperando solo, pacientemente, hasta el último momento. Cuando la isla estuvo a punto de hundirse, el Amor decidió pedir ayuda.

La Riqueza pasó cerca del Amor en una barca lujosísima y el Amor le dijo:

-          Riqueza… ¿me puedes llevar contigo?

-          No puedo porque tengo mucho oro y plata dentro de mi barca y no hay lugar para ti, lo siento, Amor…

Entonces el Amor decidió pedirle al Orgullo que estaba pasando en una magnifica barca:

-          Orgullo te ruego… ¿puedes llevarme contigo?

-          No puedo llevarte Amor… respondió el Orgullo –. Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barca y ¿Cómo quedaría mi reputación?

Entonces el Amor dijo a la Tristeza que se estaba acercando:

-          Tristeza te lo pido, ¡déjame ir contigo!

-          ¡No Amor! - respondió la Tristeza.

-          Estoy tan triste que necesito estar sola.

Luego el Buen Humor pasó frente al Amor, pero estaba tan contento que no escuchó que lo estaban llamando.

De repente una voz dijo:

-          ¡Ven, Amor, te llevo conmigo!

El Amor miró a ver quién le hablaba y vio a un viejo de largas y blancas barbas. Él se sintió tan contento y lleno de gozo que se olvidó de preguntarle su nombre al viejo.

Cuando llegó a tierra firme, el viejo se fue. El Amor se dio cuenta de cuánto le debía y le preguntó al Saber:

-          Saber, ¿puedes decirme quién era este que me ayudó?

-          Ha sido el Tiempo. - respondió el Saber, con voz serena.

-          ¿El Tiempo?… se preguntó el Amor. ¿Por qué será que el Tiempo me ha ayudado?

-          La razón es muy sencilla, - respondió el Saber, porque sólo el Tiempo es capaz de comprender cuán importante es el Amor en la vida.

El Tiempo es uno de los mejores regalos que podemos recibir de una persona: Tiempo para escucharnos, Tiempo para estar con nosotros, Tiempo para perdonar, Tiempo para esperar al Amado. ¿No sabías que el Tiempo es oro?

El Tiempo es el que se encarga de erosionar las asperezas de nuestro carácter. El Tiempo es quien se ocupa de curar las heridas, de borrar los malos recuerdos. El Tiempo es quien nos da esperanza para ser felices y poder alcanzar el cielo. Y si al Tiempo se le une el Amor, entonces el éxito es seguro. El Tiempo y el Amor son los dos grandes aliados.